El León de Coy es una escultura de un león labrada en arenisca blanca, conocida también como Bicha de Coy. Está datada en el siglo IV aC y pertenece al arte íbero.
1. Descripción
Fue hallada en la necrópolis ibérica de La Fuentecica del Tío Garrulo, en Coy, por Santos Sánchez Valera.
Se trata de un pilar estela del que se conserva dos elementos. En primer lugar, una escultura de león y nacela con volutas. Esta escultura es en bulto redondo, de la que se conserva la mitad delantera sin los brazos. El lado derecho está muy erosionado. El morro también muy mal conservado, aunque quedan restos de la boca, entreabierta, dejando ver los dientes. La zona facial está surcada por incisiones curvas y paralelas que surgen del tabique nasal. Los ojos son ovalados, situándose en el resalte que da lugar a la frente. El inicio del cuello queda señalado por un nuevo resalte, en cuyo lateral se han realizado surcos para indicar la melena. Las orejas son acorazonadas y están pegadas a la cabeza. El arranque del brazo se marca de forma esquemática, señalándose las costillas por profundos surcos.
En segundo lugar, respecto a la Nacela, sillar monolítico, fracturado y restaurado, la gola tiene dobles volutas en las aristas y aunque no se ha conservado el baquetón, se puede considerar que constituirían la base del león, como lo atestigua la perforación central.
2. Función
Estas construcciones consistirían en unos monumentos funerarios característicos del mundo ibérico,
cuya estructura arquitectónica consta de un zócalo escalonado, pilares de piedra, que se decoraban
con relieves escultóricos, y un coronamiento arquitectónico, que se remataban con una serie de
esculturas de bulto redondo y de complicado significado en este mundo simbólico de la región
ibérica de ultratumba. En primer lugar, aparecen unas esculturas exentas de animales de
considerable tamaño, que representan las figuras, como en este caso, de un león, como símbolos
defensores o guardianes de la paz, del orden y la custodia de un recinto o lugar sagrado.
3. Simbología
La estatuaria ibérica de animales refleja animales reales (leones y toros en su mayoría) o simbólicos (esfinges, grifos), que son las famosas bichas, llamadas así por los habitantes del lugar donde han aparecido. Su tipología es la conocida en los territorios que bordean la zona del Mediterráneo oriental y se les atribuye carácter sagrado como protectores del hombre, tanto de los vivos como de los difuntos, correspondiendo su área de expansión por los datos de que disponemos hasta ahora al sector ibérico del sur peninsular.
Este tipo de monumentos es común por el SE, en concreto en las provincias de Alicante, Albacete, Sur de Valencia y Murcia, y se encuentra en necrópolis situadas junto a vías de comunicación.
La escultura actualmente se encuentra en el Museo de Arqueología de Murcia y constituye una de las piezas más valiosas del museo.
En el Museo Arqueológico Municipal de Lorca puede verse una recreación y una miniatura en el Centro de interpretación etnológico y arqueológico de Coy (Casa Grande).